jueves, 11 de agosto de 2011

TERROR EN VALLECAS

Sé que en mi blog, de vez en cuando cuelgo cuentos que salen de la imaginación de mi compadre Félix o de la mía, pero la historia que os cuento es real, real como la vida misma y dos veces más dura.

El varano, dragón o monstruo de Komodo, es un lagarto de unos dos-tres metros que habita la isla de Komodo en Indonesia. No es un animal atractivo ni pretende serlo. Es una bestia devoradora de carne, la cual no cuenta con el hombre como presa habitual. Sin embargo si se han dado casos de ataques ya que se ha acostumbrado a derribar los cercados de ganado y entrar allí para llevarse por delante lo que pille, sea gallina, cerdo, oveja o niño.
¿Muchos huevos del chaval o poco cerebro de los padres?
Y la pregunta es ¿A qué coño vine esta milonga? La respuesta es dura. Ayer fui atacado en mi propio hogar por un saurio de proporciones gigantescas y actitud letal. Os contaré la cruda historia de terror que esta noche me ha dejado dormir más bien poco y que ahora no me permite salir de mi habitación.

Ayer en la mañana me desperté gallardo y resuelto a encarar otro día de envío de currículos a ofertas de trabajo, otro día de pasear a la compra y vagar sin rumbo por Vallecas. La ilusión me desbordaba, así que con paso firme fui a la alacena a por unas magdalenas y un poco de cola cao para coger energía con la cual afrontar la mierda de día el día tan maravilloso que me esperaba por delante.
¡Otro día al paro con mi título de doctor bajo el sobaco! ¿Bieeeeeen!
Pongo en antecedentes relatando que hace una semana, mientras jugaba a la play leía un libro de filosofía pre-socrática y mi cultura se desbordaba, observé en el techo a una pequeña salamanquesa, animal de la familia Gekkonidae.
Salamanquesa, también conocida como Bichomierda
Estos animales se caracterizan por ser capaces de mantenerse sobre cualquier superficie gracias a las fuerzas de Van der Waals establecidas entre los pelillos de los patas y la superficie opuesta, efecto que fue utilizado para explicar como Spiderman hace más o menos lo mismo. 
Patitas de alien, porque hay dos que no pueden ser der este planeta
Acojonado Magnánimo como soy, dejé al lagartito de poco más de cinco centímetros pasear por mi techo en libertad y lo vi desaparecer tras la antes mentada alacena sin darle ninguna importancia. Pero hete aquí que mi respeto por la vida no se pagó con la misma moneda. Volvemos a las magdalenas. Abrí la puerta del armario y cogí la bolsa de bollería industrial cuando de pronto, de lo más profundo del infierno y del interior de la bolsa, algo marrón y enorme salto hacia mi pecho. Me quedé sorprendido y perplejo, pero reaccioné gritando como una niña de dos años como un valiente y miré cara a cara a la muerte. Allí estaba, el padre de todos los cocodrilos, el animal en el que Spielberg basó Parque Jurásico, con sus enormes mandíbulas y sus ojos de depredador y enganchado, el muy maricón, a los pelillos de mis poderosos pectorales. 
Cuidado con estas magdalenas que ahora vienen con sorpresa como los huevos Kinder
La versión 2.0 del animal que había visto por mi techo, tenía por escondite el armario donde guardo mi comida. Grande como un burro, cayó con estruendo de la poblada y varonil mata de pelo de mi pecho al suelo. Allí heroico, me caí hacia atrás mientras aullaba como un castrado, le lancé una patada sin darle, mientras el monstruo huía cobardemente, a la parte de atrás de mi despensa, en el cual supongo, vive una colonia de estas alimañas.
Míralo, rezuma vicio y maldad y me espera tras el armario
Vivo con miedo. Duermo con angustia. He perdido casi un kilogramo (lo cual no me viene nada mal) solo de la tensión. Los oigo reírse desde mi salón. Me atemoriza acercarme el armario. Tengo un paquete de risquetos que iban a ser mi sustento esta semana, pero temo que al abrirlo, se avalance sobre mí el infierno de la furia desatada de ese animal salvaje. 
"Te espero nene"
Pero en breve me levantaré y avanzaré hacia el armario y con voz varonil le diré “Por favor no me mates, no me mates”, “Si sangras, puedo matarte"
Aquí te espero cacho cabrón
(Si alguien sabe donde hay que llamar para que vengan a encargarse de este tipo de asuntos, por favor que se ponga en contacto conmigo. Urgente, gracias gracias gracias, vivo cagao)

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