martes, 27 de septiembre de 2011

A PASO PUTINA

Vengo de uno de esos sitios donde la mente se evade, donde el hombre alcanza la mayor capacidad de razonamiento, donde todo el potencial escondido en nuestro genoma es capaz de salir a la luz y expresar aquella belleza para la que el ser humano ha sido concebido. Lo que quiero decir es que me he pasado unos días tocándome la pera en la playa y he venido con ganas de filosofar un poco.

Hace unos años, en una de esas tardes otoñales que se repiten día tras día en Oviedo, paseaba con Javi, un hermano de esos con los que lo único que no compartes es un lazo familiar. Con una facilidad sorprendente, Javi acuñó una de las frases más brillantes que recuerdo “Vamos a paso putina”. No había en su oración connotaciones filosóficas o intelectuales, y de haberlas a mí se me escaparon por completo. Javi se refería a que la combinación de pereza natural y climatología adversa, causaba en nosotros una disminución de la velocidad de tránsito por las calles de la capital asturiana.

Sin embargo, con el paso de los años, su frase ha calado en mi léxico propio y en lo más profundo de mi mente y hoy en día considero que su aplicación es de lo más correcta. Precisamente durante mis vacaciones hablaba con mi mujer de lo rápido que se pasaba el tiempo en determinadas condiciones y como los últimos quince años habían volado y prácticamente habíamos pasado de la adolescencia a la edad adulta sin tiempo para ni tan siquiera hacernos a la idea. Ese hecho es tan cierto como que existen varios momentos en los que la vida parece detenerse y la tierra parece dejar de girar.

Desaparezco varios días de mi rutina habitual, vuelvo y ¿Qué ha cambiado? La respuesta es nada. Nada cambia tan deprisa como quisieras cuando realmente lo necesitas. En una semana que para mí ha pasado volando, vuelvo a mi domicilio vallecano y me encuentro en la misma situación que hace siete días y sin visos de que vaya a cambiar. La falta de empleo y de posibilidades de encontrarlo parece haberse instalado en mi vida de manera permanente, el calor del eterno verano madrileño no ha abandonado mi hogar, el Sporting sigue mostrándose incapaz de ganar y hace años que nadie saca un buen cómic de Spiderman. Todo circula “a paso putina” y sin embargo nada se detiene. Como dijo el gran Einstein, “Todo es relativo” y ahora mismo mi tiempo parece haberse parado mientras realmente el mundo sigue girando sin pensar en mí.

Supongo que la teoría de Einstein también surgió observando una puesta de sol en la playa. Supongo que la frase de Javi no calará tanto como la del físico alemán. Supongo que mi vida “a paso putina” surge de la tristeza que me causa estar desempleado, la cual solo me permite ver la botella medio vacía en estos tiempos tan duros. Supongo que superaré el bache ocasionado por esta crisis que ha causado una situación muy difícil para muchos. Supongo que fue ayer cuando paseaba con mi amigo y nos reímos con su frase, la cual de manera inconsciente, y pese a su connotación, ha viajado conmigo  a una gran velocidad durante tantos años. Supongo que solo quiero que el tiempo cambie el paso, aumente su ritmo y dejar por un momento de “ir a paso putina”.

domingo, 18 de septiembre de 2011

SPORTING (0) VALENCIA (1)

Otro partido más, otra sensación más de que no existe un patrón de juego, una idea de cómo sacar adelante un partido. Lo peor de todo es que ha dado la sensación que tanto el Valencia, como anteriormente el Osasuna o la Real Sociedad, no han necesitado apretar para llevarse tres puntos ante el Sporting. Ayer vimos como un equipo que perdía, esperaba al rival con diez jugadores en campo propio mientras Barral vagaba sin rumbo y sin presionar por el círculo central.
El árbitro cometió errores estúpidos, como no dar córner en un despeje rival o pitar un piscinazo a Banega en la frontal. No inclinó la balanza porque no hizo falta, pero si es cierto que en caso de duda toda indicación fue favorable a los ches.
El Valencia demostró ser muy superior incluso sin intentarlo y Banega se comió el solo al mediocampo rival. No destacó especialmente nadie, quizá por no haber tenido que esforzarse mucho.
En la portería gijonesa, Juan Pablo volvió a detener balones que pudieron haber significado una derrota mucho mayor.
En defensa, Damián pierde mucho el sitio. Es un defensa que, de pulir ese posicionamiento que le falla, podría ser un jugador muy completo, pues en lo demás cumple sobradamente. Gregory y Botía bien, y Canella en su línea, tuvo una ocasión para adelantar al Sporting en el marcador.
En el medio Sergio y André naufragaron otra vez. André acaba desfondado. Minutos antes de su cambio se veía que bajaba a defender caminando. Rivera corta mucho, muchísimo y busca el pase y mover al equipo, pero también sigue perdiendo muchos balones. Novo ni la olió y acabó presionando más al portero rival que nuestro delantero estrella. De las Cuevas muestra que es el crack del equipo y que está abandonado en una banda donde no debe jugar.
Pero lo más sangrante y donde más he de extenderme es en nuestro delantero. Al igual que ha sucedido con otro jugador en la era Preciado, Pedro Santacecilia, sigo sin entender cuáles son los méritos que llevan a este jugador a repetir titularidad una y otra vez. Es más, tampoco entiendo cuales son las razones de que rote de vez en cuando con Sangoy, ya que está claro que el argentino no tiene la confianza del técnico cántabro. Me gustaría saber cuantos pases al compañero dio ayer el gaditano, y es que creo que solo le vi dar el balón a Lora una vez en la banda. No la pasa nunca, a nadie, y eso desespera a los compañeros. Recuerdo las discusiones entre él y Bilic, él y Carmelo, y no me extrañan. En el caso del anteriormente mencionado Pedro, al menos entre todos los defectos, se veía que el chaval le ponía casta y se esforzaba, sin embargo veo al capitán con pocas ganas de sacar algo positivo y es que ayer Sangoy, Novo o André presionaron más la salida rival que Barral. Personalmente y sin apenas verlos previamente, prefiero a Sangoy o a Novo antes que repetir el experimento Barral, el cual para mí, ha fracasado completamente.
Los cambios sirvieron para ver además a Lora, que lo intentó y a Carmelo, un jugador que parece muerto y enterrado, no sabemos si por su propia pereza o por la del entrenador.
Esta semana toca el Atlético. Mala pinta tiene el tema. No parece que levantemos cabeza y que se juegue a algo. Otros años se veía a once leones y esta temporada, hasta el momento se ven once pasotas, con el permiso de un entrenador que, mientras tanto, parece mirar más a la grada y a los periodistas.  

jueves, 15 de septiembre de 2011

LA FIESTA DE AMANDA


Los medios de comunicación se hacían eco de la noticia con ligereza y dándole la misma importancia que a una broma. Los videos recorrían la red de redes y formaban parte de la moda del momento. Las cámaras de seguridad de varias ciudades captaban momentos extraños y poco confortantes y las imágenes daban la vuelta al mundo en minutos. En la primera de ellas, un hombre de avanzada edad, vestido de traje intentaba subir unas escaleras mecánicas que avanzaban en sentido contrario. Lo que llamaba la atención de este video era la expresión de su protagonista, con la boca muy abierta hasta el punto de casi desgarrarse. Los ojos por su parte, parecían rodeados de una extraña sombra negra. En el video del centro comercial, el caminante, tras fracasar en su intento de vencer a la acción de las escaleras mecánicas, caía de rodillas en medio de lo que parecía un aullido de dolor e incomprensión, mientras que descendía en la dirección opuesta a la que él deseaba. Lo sorprendente es que el edificio donde se desempeñaba la acción estaba cerrado y no debería haber nadie. El siguiente video mostraba a una mujer saliendo a través del escaparate de una tienda de electrodomésticos. La mujer, con las manos caídas a los lados salía de forma intangible del cristal y avanzaba sin rumbo por la oscura calle que la rodeaba, de nuevo con las mismas facciones que habían caracterizado al anterior personaje.
A Marcus nada de esto le interesaba. Marcus era feliz en una época, la adolescencia, en la que la felicidad llega a cuentagotas. La razón, como no podía ser otra, era una chica. Amanda había invitado a Marcus, personalmente, a su fiesta de Halloween, en su casa. Las hormonas de Marcus casi podían olerse desde el otro extremo de la ciudad. Alterado, el joven cayó en la cuenta de que no disponía de disfraz para acudir al evento señalado. Tras el pertinente ruego económico a sus padres, estos accedieron a financiar la noche de Marcus a cambio de un horario de llegada prudente que ambas partes de la negociación sabían que no se iba a cumplir. Marcus acudió a la tienda de disfraces más grande de la ciudad. Una vez dentro de aquel inmenso establecimiento, se dio cuenta de que no tenía la menor idea de que disfrazarse. Preguntó a una de las chicas que atendían en la tienda. Tras una serie de preguntas, la joven comercial acertó de pleno con las intenciones de Marcus, recomendándole un disfraz de hombre lobo. “Nada hay más sexy que un hombre lobo” le dijo a Marcus mientras le guiñaba un ojo y se marchaba en busca del disfraz.
Marcus entró a los probadores y se colocó los ropajes. Se dio cuenta de la estafa de la que estaba siendo fruto. El disfraz incluía unos pantalones rotos y una camisa blanca, en lo que parecía un homenaje a la representación del monstruo interpretada por Lon Chaney. Marcus podía coger cualquiera de esas prendas de su cajón sin pagar por ellas. Cuando Marcus se puso la máscara, se dio cuenta de que quería ese disfraz. Estaba diseñada de manera magistral. Era aterradora. Marcus pensó en comprar unos dientes postizos, aunque claro, tendría que quitárselos a la hora de besar a Amanda. La idea despertó una corriente de endorfinas por su cerebro y le animaron definitivamente a comprarse el disfraz. Fue en ese momento cuando oyó un ruido extraño a su espalda, como un lamento.
Marcus corrió la cortina del probador y observó a una anciana caminar frente a él, con el pelo blanco y revuelto y con la boca muy abierta. Sus ojos negros parecían podridos, así como la carne que los rodeaba, la mujer gritaba un lamento con un tono extraño y molesto mientras caminaba y el resto de la gente la miraba. Marcus, en su disfraz de hombre lobo, la observó caminar en dirección a un muro. La mujer no se detenía y de pronto con paso firme comenzó a atravesarlo como si de un fantasma se tratara. Marcus dio un respingo y se abalanzó sobre ella. La mujer casi había desaparecido por completo tras el muro entre los gritos de horror de los clientes y trabajadores de la tienda. Marcus dio un salto y consiguió sujetarla del único brazo que permanecía fuera de la pared. Durante un segundo pensó que si daba un tirón se quedaría con el brazo muerto en su mano, sin embargo no tuvo tiempo a pensar más y de pronto se vio atraído por una enorme fuerza. Y Marcus desapareció. Atravesó la pared siguiendo a la anciana. Abrió los ojos tras su máscara de Lon Chaney. Frente a él, a escasos centímetros de su cara, la anciana de ojos podridos le gritaba con un aullido que no era humano, Marcus tembló y reculó en aquel espacio negro sin apenas luces donde decenas de personas caminaban sin rumbo, con ojos muertos y bocas abiertas. Marcus tuvo miedo, gritó y lloró.
Los telediarios esta vez respetaron más la noticia de las apariciones. El número de las mismas descartaba la idea de que se tratase de alguna campaña de marketing viral de alguna gran empresa. Las desapariciones, llamadas a emergencias y demás, habían convertido la broma en suceso. Los dos últimos videos encabezaban los informativos. En uno de ellos, un hombre aparecía de inmediato en medio de un ascensor, con la expresión ya cocnocida en su rostro. Los pasajeros del elevador comenzaron a aullar de terror y una mujer pareció desmayarse. La aparición se colocó en el medio del ascensor y se sujetó la cabeza con ambas manos. Al instante atravesó el piso del ascensor y desapareció sin gesticular. El segundo video, más estremecedor si cabe, mostraba la grabación de un aficionado en mitad de una celebración del día de Halloween. En ella, los participantes comenzaban a gritar y correr cuando un hombre lobo aparecía a través de una pared. Con su rostro cubierto de pelo, el licántropo fantasmal recorrió la sala y llegó a la altura de una joven rubia disfrazada de Catwoman y que temblaba como una hoja. El hombre lobo, sin dejar de aullar, abrazó a la joven y acercó su boca abierta a la chica. Ambos gritaron y el grito se mantuvo mientras los dos tenían la boca abierta en un beso sin labios. La mujer gato intentó zafarse del fantasmal abrazo, pero el hombre lobo la arrastró en su mortal beso y ambos desaparecieron tras cruzar la pared.

domingo, 11 de septiembre de 2011

OSASUNA (2) SPORTING (1)


Una vez más, la (casi) nada absoluta. Parece que el problema no va a ser exclusivamente de sistema o dibujo táctico. Hoy, salvo tras el gol de Barral, se ha evidenciado una falta de actitud lamentable. En este aspecto, todos sabemos que el Sporting es un equipo de media temporada. Al año hace entre quince o veinte partidos consecutivos a un buen nivel y en el resto se arrastran por el campo. Parece que la preparación física de este año, se encamina a que los jugadores alcancen su plenitud en la segunda parte de la temporada, ya que ahora mismo la velocidad y el esfuerzo han desaparecido del mapa.
Del Osasuna llama la atención Lamah, un interior belga que desconozco lo que ha costado su fichaje, pero que da sensación de buen jugador y la idea de que hay por ahí secretarios técnicos que peinan mejor el mercado que los nuestros. No necesitaron esforzarse para meternos un baño durante gran parte del partido.
En la portería, Juan Pablo bien. Gracias a él no llegó un resultado escandaloso y permitió meter presión al final.
Dentro de la defensa, cabe destacar que Iván parece haber perdido el nivel con el que concluyó la temporada pasada. El primer gol evidencia una falta de posicionamiento asombroso, encontrándose dos metros por detrás de la línea tirada por sus compañeros. En el segundo sale a tapar a Sergio, central bien conocido por Gijón, el cual, frente a Iván, pareció ser un extremo zurdo de toda la vida, regate sencillo, centro fácil al área y gol. Al igual que en el encuentro frente a la Real Sociedad, la sensación es que hacerle un gol al Sporting es sencillo. Damián ha sorprendido gratamente y parece un buen futbolista.
El tan esperado trivote ha naufragado y se ha visto a André y a Sergio totalmente perdidos, de manera que los jugadores de Osasuna aparecían en oleadas para la defensa. Sergio ha aumentado un poco el nivel con respecto al último encuentro, pero aún parece a años luz de Cases o Rivera. En las bandas Trejo tuvo un destello pero no defiende nada. Pero nada de nada, no baja del mediocampo hacia atrás nunca. De las Cuevas tampoco y uno piensa que si no se gastan en defensa, en los movimientos ofensivos ambos deben mostrarse más incisivos, sin embargo, al igual que el resto del equipo están apagados y no aparecen.
Arriba Sangoy muestra que es el mejor delantero del equipo, al menos en cuanto a desmarque y conceptos básicos se refiere, estando muy lejos de la locura de movimientos de Barral o la apatía de Bilic.
Los cambios. Rivera sigue robando mucho y perdiendo casi todo, Ayoze ni apareció y Barral marcó un gol en uno de esos tiros que no debería hacer nunca pero que hoy entró.
Mucho han de cambiar las cosas, al menos en términos de intensidad, para que el Sporting saque adelante algún partido. De momento las sensaciones son muy negativas. Nino nos la ha vuelto a liar, y saldrán las voces de los que lo reclamaron para la plantilla del Sporting, pero en un equipo incapaz de generar ocasiones, mucha hambre iba a pasar. La última duda es ¿De verdad el Sporting entrena las jugadas a balón parado?

sábado, 10 de septiembre de 2011

EL ASQUEROSEL


Hace ya unos cuantos miles de años, Dios se levantó un día por la mañana con ganas de trabajar. Se sentó ante su mesa de diseñador y creó uno de los animales más hermosos de la creación. Decidió darle una hermosa piel de color negro, unos ojos brillantes y una agilidad felina y la pantera negra aterrizó en las selvas de Asia en pleno esplendor.

Vale, no está mal
Dios siguió con su trabajo día tras día, pero sabemos que mucho trabajar y no jugar hacen de Dios un tipo aburrido. Así que harto de currar y crear la luz, el mar, el potasio y el jamón ibérico, decidió tomarse un día libre. El problema de ser el jefe y tomarte el día libre, es que alguien tiene que tomar las riendas de la empresa durante ese tiempo. Es en esta ocasión cuando suele darse la oportunidad a uno de los becarios, ya que en caso de meter la pata se le puede cargar con las penas y si es necesario se le saca de la empresa por la puerta de atrás. Así, que esa mañana, tras los bolígrafos, rotuladores y plastidecores, se sentó Lucifer, el cual era conocido por su hermosura y parecía el más indicado para seguir aportando belleza al mundo. El problema es que Lucifer no tenía una gran capacidad para el diseño gráfico, y aunque hizo lo que pudo, su trabajo concluyó con la creación de la rata topo. 
No, no me refiero a Topo Gigio, que también el que lo inventó andaba fino
A la mañana siguiente, Dios acudió a su tablero con una resaca de las buenas y revisó el trabajo de Lucifer pillándose un buen enfado y despidiéndolo en el acto, aunque para evitarse problemas con los sindicatos y no encontrarse con un mal juicio final, presentó a Lucifer como un rebelde que no aportaba nada positivo a la empresa y que mantenía constantes conflictos con la dirección. De esa forma Lucifer fue expulsado, aunque siguió trabajando y creó su propia empresa entre cuyos proyectos, han salido adelante el virus de las paperas, el overbooking de las compañías aéreas, José Mourinho y el cine español.
A Mou no lo creó Lucifer, en realidad son primos hermanos
Varios miles de años después, dos chicos de Oviedo, sin futuro, sin dinero y con una asignatura para acabar la carrera, marcharon hacia tierras holandesas para seguir su formación científica, la cual les llevaría con el tiempo a ser dos de las cabezas más preclaras del panorama intelectual español. Ambos muchachos convivieron bajo el mismo techo y aprovecharon esa salida del hogar, esa adquisición de libertad que se consigue en los Países Bajos, para disfrutar de la vida en esos escasos momentos de ocio que les permitía el duro trabajo que llevaban a cabo. Abandonados a su suerte en tierras extranjeras, ambos jóvenes mataban el tiempo en el hogar con el visionado de programas de elevado nivel cultural, y como buenos españoles, la sobremesa se alegraba con el visionado de los documentales de la Dos en versión holandesa, con voz y subtítulos en holandés. En medio de tal programa, hizo su aparición la creación de Lucifer, la rata topo, conocida en el idioma local como Naakte molrat. Ambos muchachos se sobrecogieron ante la fealdad del animal e intentaron saber que era, pero las barreras lingüísticas impidieron la identificación de aquella bestia. En medio de tal experiencia, uno de ellos dio con el nombre más apropiado para ella.  “Asquerosel”.
Rata topo o "Asquerosel". Me juego la vida a que no hay bicho más feo
 Dios, que todo lo ve, lo observó desde las alturas y vio que era bueno. Sonrió y siguió con su trabajo. Pero la visión del asquerosel le trajo a la mente aquel placentero día sin trabajo. Decidió que era hora de tomarse otro descanso. Llamó a Pedro para ver quién se hacía cargo de la empresa. Pedro le comentó que ya era hora de perdonar a Lucifer. No se podía pregonar lo de la otra mejilla y luego hacer caso omiso. Dios accedió y le dio a Lucifer dos días de trabajo. Así comenzó el proyecto conocido como “Crisis global y hambruna en el tercer mundo”.  

lunes, 5 de septiembre de 2011

MIS FUTBOLISTAS FAVORITOS


A mis treinta y dos tacos, y con una afición al fútbol que se despertó en edades tempranas, he ido coleccionando iconos futbolísticos de muy diferente pelaje. Hoy, aburrido tras nueve meses de paro con el título de doctor metido ahí donde el sol da en contadas ocasiones, me he propuesto recopilar los nombres de estos jugadores que de alguna manera han ido dejando huella en mi gusto por el deporte rey.

BERND SCHUSTER
Mi primer ídolo hizo que me aficionase por los colores blaugranas. Era Bernd Schuster, o Toscher, como le llamaba Súper López en esa obra maestra del tebeo español que es “La caja de Pandora”. Me llamaba la atención, siendo un tierno infante, la precisión y elegancia de este futbolista alejado del modelo y estereotipo del fútbol alemán. Me encantaba, no lo puedo negar. Su paso al Madrid coincidió con el nacimiento de mi amor por el equipo de mi ciudad, el Sporting, aún así, pude disfrutar del sueño de verle vestido de rojiblanco y con el sello de Cajastur en el pecho en el homenaje a Quini jugado en El Molinón.

JUAN CARLOS ABLANEDO
También conocido como Ablanedo II, al coincidir en las filas del Sporting con su hermano José Luis Ablanedo. En la memoria de los seguidores del Sporting ha perdurado la imagen de este portero con poca pinta de guardameta si atendemos a los cánones actuales de cancerberos corpulentos y en torno al metro noventa de altura. De felinos reflejos, “El Gatu” defendió la portería del Sporting durante 399 partidos. De las buenas épocas a las nefastas, saliendo por la puerta de atrás de manera injusta. Tres premios Zamora le respaldan. Ahora mismo sería impensable que el Sporting tuviese un guardameta galardonado con este trofeo, pero en las décadas de los ochenta y noventa había opciones para que todos disfrutásemos Recuerdo a este jugador con cariño. Mi admiración por él hizo que desease ser portero, y aunque con nefastos resultados, en mi pachanga del miércoles pasado (no olvidemos que esta página es “Jugando Pachangas”) todavía me hice una estirada con palomita increíble que desde aquí, le dedico al bueno de Juan Carlos.

IGOR LEDIAKHOV
Buenos jugadores pasaron por el Sporting durante muchos años. A mí me llenó el mago de Sochi, el príncipe ruso, Igor Lediakhov. Recuerdo estar de vacaciones en pleno mundial de Estados Unidos y que se anunciase su fichaje por el equipo de mis amores. Vi los dos primeros partidos de la selección rusa pero no aparecía por ninguna parte, y me perdí su partido contra Camerún. Mi primera imagen, y creo que su primer partido de rojiblanco, me dejó no solo su primer gol, sino una carrera con Sergi Barjuán, en la que Lediakhov le ganó, dejando la idea de que además de clase era un futbolista rápido, aunque creo que allí gastó todas las ganas de correr que traía de Rusia. De todas formas su calidad incuestionable y su carácter le hicieron ganarse un hueco en mi archivo de ídolos.

MICHAEL LAUDRUP
Si te gusta el fútbol, te tiene que gustar Laudrup. No hay más. Clase y elegancia. Un talento. Cuando hizo aquel pase mirando al tendido para que Romario batiese al portero de Osasuna, para mí y mis compañeros futboleros y pachanguistas, fue un shock. Recuerdo hablarlo al día siguiente, siendo unos críos, imitarlo hasta la saciedad en el patio del colegio. Era mágico. Pese a su apariencia tranquila tuvo problemas allá donde fue, con el seleccionador danés, en el Barcelona y ahora en Mallorca, pero como futbolista era un mago cuyo precio ahora mismo sería incalculable.

DENNIS BERGKAMP
Con la caída en desgracia del Sporting, tocaba buscar iconos deportivos en otros lares. La llegada de un referente en los programas deportivos como era El día después, permitió observar lo que sucedía en otras ligas y ver futbolistas anteriormente desconocidos. Si bien Bergkamp no era un don nadie, no fue sino hasta su llegada a Londres cuando se destapó y su calidad llegó a mis retinas. De esos jugadores con clase, con habilidad, técnica, lo tenía todo, pero a mí me gustaba, e intenté plagiar sin éxito, esa forma de moverse erguido y señorial. Un talento increíble.

MATT LE TISSIER
Otro de esos talentos que llegó a través de “El caviar” o “La parabólica” de Maldini. Gordo. No, mejor dicho, obeso. Con cara de granjero. Fumador, vago, increíble. A veces jugando al fútbol te encuentras con un jugador contrario de ese estilo, que parece que no va a moverse y cuando te das cuenta te ha hecho un caño de los de “trágame tierra” y que sabes que si tuviese un punto físico seguro que se mearía en tu cara mientras se marca una chilena. Matt era ese futbolista ¿Para qué meter un gol a puerta vacía pudiendo regatear a seis tíos y marcar por la escuadra? Menudo artista. Cada poco me veo sus goles por Youtube para alucinar. Luego te enteras que rechazó ofertas muy superiores para disfrutar de su club de toda la vida y te enamora. El Chelsea le hizo una oferta que Le Tissier ninguneó al considerar que él no merecía cobrar tanto. Ahora sería impensable leer una declaración así. 

ZINEDINE ZIDANE
Pasan los años y reconozco que Messi, Xavi, Cristiano y compañía son grandes. El problema es que si reviso mis gustos, a mi me gusta un estilo de futbolista que se caracteriza más que nada por su clase. Y Zidane era clase. Si antes reconocía en Bergkamp una forma de moverse increíble, Zidane era Bergkamp al cuadrado. Aunque a veces se le iba la olla, su forma de jugar era impresionante. Guardo mi carpeta de mi primer año de carrera, adornada con una foto de su gol de cabeza en la final del mundial de Francia. La tenía porque en ella se veía la cara de los espectadores de detrás de la portería durante el remate y la imagen era impresionante. Con los años otros han venido, pero ninguno como él, y en Francia siguen buscando sustituto sin suerte.
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