lunes, 24 de agosto de 2015

CRÓNICAS CHIGRERAS. DE CÓMO SER FELIZ SIENDO ROJIBLANCO





Qué jodidos estos niños del Sporting. Van y le plantan cara al club más laureado de la historia. Y se la plantan sin pudor. Piensen seriamente que ayer, a un lado del campo estaba un tío que calza botas de oro y juega con balones del mismo metal. Pero es que más allá del portugués dorado, también podías encontrar en el césped del hermoso Molinón a campeones del mundo, malabaristas brasileños, un domador colombiano que vale decenas de millones de euros, un acróbata malagueño que dicen que es el nuevo Iniesta, un croata recién llegado que cuesta lo mismo que dos plantillas del Sporting y muchas maravillas más. También, en el circo de tres pistas que es el Madrid, aparecía Jesé porque supongo que en un circo siempre debe haber espacio para el humor. No sé si me explico.

Total, que frente a este ejercito de dinero y futbolistas, Abelardo plantó un equipo. Cuéllar, Lora, Luis, Bernardo, Isma, Sergio, Nacho, Carmona, Jony, Sanabria y Guerrero. Los mileuristas de la liga BBVA. A disfrutar y competir. Y disfrutaron. Y disfrutamos. Desde el mismo momento que el autobús llegó al Molinón, la energía que ni se crea ni se destruye, pasó de un enfervorecido público a un equipo que jugó de tú a tú a todo un Real Madrid por cuarenta y cinco minutos. Carmona le tiró un caño a Marcelo, Sanabria se puso el esmoquin sobre la cota de malla y Nacho y Sergio se enfrentaron, sin apartar la vista, a Kroos y Modric ¿Acaso no están orgullosos? Pero sigamos hablando de la transformación de la energía. Al ver este derroche en el campo, el público se contagia. La energía desprendida por los rojiblancos es absorbida, multiplicada y devuelta desde la grada de manera que en la segunda parte el Madrid asedia pero no derriba porque por cada galopada de un millonario aparece un guaje de la nada. Y si ese guaje no es suficiente le ayudan otros. Porque eso es lo que hace un equipo.  Con solo cincuenta ingenieros no haces un edificio. Con once figuras no haces un equipo. Hace falta algo más y estos guajes lo tienen. Puede que sea culpa del Pitu, del ambiente, del clima o de Saturno, pero cuando los guajes saltan al campo sabes que, ganen o pierdan, no va a quedar una gota de sudor por entregar, y claro, así da gusto.

El resto es silencio. Todo lo que a muchos importa ya es agua pasada que no mueve el resultado. El balón que no entra por un centímetro, el piscinazo y los lamentos de una prensa plañidera o el recuento de ocasiones como si las matemáticas importaran en esto del fútbol, ya no valen nada.  Ayer el Sporting empezó en primera división como un equipo serio, recio y abierto a jugar al fútbol. Eso es un hecho. Perder partidos es cuestión de tiempo pero disfrutar de este equipo es algo que podemos hacer ahora mismo. Aprovechemos y que dure.

Y por cierto, desde este chigre ficticio tiene que surgir una discusión claramente chigrera. La pregunta es, ¿Si Arbeloa fue internacional, cuántas opciones tienen Luis Hernández o Isma López de jugar con la selección española?

2 comentarios:

  1. Si Arbeloa fue internacional, el tito puede ser catedratico. Ouch!

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    1. De hecho, en algunos círculos, se considera que el Tito es un ángel caído a la tierra. Si no preguntale a Soto.

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